Habitualmente, la reposición de los dientes perdidos se realiza con puentes o coronas (fundas) de metal recubiertas de porcelana, que en muchos casos pueden producir problemas estéticos para la exposición visible de la parte metálica a través de la encía. Incluso en ciertas ocasiones, algunos metales como el níquel desencadenan problemas alérgicos, irritaciones de la encía, etc. Ahora, gracias a las restauraciones sin metal, podemos evitar todos estos inconvenientes.
En la actualidad disponemos de materiales cerámicos que hacen posible, en los casos en que está indicado, evitar el uso de metales en las prótesis fijas para sustituir dientes o para recubrir dientes muy destruidos.
Las restauraciones sin metal pueden realizarse principalmente con tres materiales: cerámicas aluminosas, circonio y más recientemente, disilicato de litio. Además de tener un mejor comportamiento biológico evitando irritaciones en la encía, los componentes de estas restauraciones consiguen una estética muy superior a las restauraciones con base metálica, ya que imitan con mayor precisión el color de los dientes y, permiten el paso de la luz a través de su estructura de forma casi idéntica a como lo hacen los dientes naturales.
El conocimiento de los diferentes cánones de belleza facial y su adaptación individualizada a cada paciente, junto con la aplicación de las últimas tecnologías en odontología asistida por ordenador (CAD-CAM), nos permite conseguir los mejores resultados estéticos y funcionales en cada caso.
Dra. Carme Casaus