La caries es una enfermedad de los dientes muy relacionada con el consumo de alimentos ricos de azúcar. Por ello, se aconseja reducir su ingestión y la frecuencia con que se consumen.
A continuación os damos unos consejos básicos para conseguirlo:
Los siguientes alimentos son ricos en azúcar y, por tanto, poseen una alta capacidad para producir caries:
– Los dulces tipo caramelos y bombones…
– Todo tipo de productos de pastelería (pasteles, magdalenas, galletas, ensaimadas, pan de molde…)
– Todo tipo de pasteles industriales.
– Mermeladas, helados, chocolate, miel, turrón, yogures de frutas, cereales de desayuno…
– Bebidas refrescantes dulces (cola, zumos de frutas envasados…)
– Ketchup, patatas fritas tipo “chip”, salsa de tomate, cacahuetes…
Estos alimentos son menos perjudiciales si los tomamos con las comidas principales y, sobre todo, si después nos cepillamos los dientes. Son muy peligrosos para los dientes si los ingerimos entre comidas. Es más importante la frecuencia de la ingestión de dulces que su cantidad; es decir, una misma cantidad de dulces es menos perjudicial si la tomamos de golpe que si la repartimos durante el día.
Todos aquellos alimentos que dejan residuos en los dientes (galletas, caramelos de café con leche, sugus, chocolate…) son los más perjudiciales, porque atacan al diente durante más tiempo. Es imprescindible, por tanto, cepillarse muy bien los dientes después de haberlos comido. Son preferibles los caramelos y chicles sin azúcar y las bebidas refrescantes light, porque contienen menos azúcar.
La higiene es otro factor importante en la lucha contra la caries. No os tenéis que olvidar nunca de cepillar bien los dientes después de cada comida con un dentífrico que contenga flúor.