La colocación de piercings o pendientes en la zona bucal es una práctica muy habitual entre jóvenes y adolescentes, pero a la vez muy peligrosa ya que mucha gente desconoce las consecuencias que puede traer para la salud bucodental. Perforarse la lengua, los labios o las mejillas implica mayores riesgos para la salud que perforarse, por ejemplo, las orejas.